La noche anterior tuve una de las experiencias más extrañas que he vivido. De repente, en un abrir y cerrar de ojos, estaba allí, en un lugar totalmente desconocido para mí. Era un planeta al cual no sé cómo llegué, y era tan extraño como su mismo nombre: “Brownie con Helado” ¡Ah vaina! ¡Qué nombre raro! Pero parecía que comenzábamos bien… Finalmente es un delicioso postre, ¿no?
No tengo ni idea cómo podría volver a aquél sitio y, aunque me encanta el Brownie con helado, ganas de regresar sí que no tengo. Les contaré mi experiencia y algunas cosas que recuerdo.
Para empezar, los “brownianos” habitan el mismo sistema solar en que se encuentra el planeta “Mojarra con Plátano”, del cual procede el famoso superhéroe criollo que lucha para “reducir los índices de ignorancia un poquitico”; sí, aquél que se mueve en medio de “errores idiomáticos” y “gazaperas gramaticales”, y que además tiene un vehículo llamado “El Arroz con Cocohete” y una “Aguapanelancha”: ¡el Profesor Súper O!
Pero, en fin, lo realmente especial de mi extraño viaje interplanetario no eran los planetas vecinos, entre los cuales también estaba “Waffle de Arequipe”; sino que lo más llamativo era que absolutamente todos los sueños que tenías los podías cumplir allí en ese mundo con nombre de postre ¿Cómo? ¡Esto parecía muy bueno! Como alguien dijo por ahí ¡aquí estoy y aquí me quedo!
Así es, sueños free, o sea, no a la venta, ni en alquiler, ni baratos, sino ¡gratis! Lo que quisieras: viajes, amor, belleza, pareja, salud, dinero, fama, o sea, como los planes Decameron: ¡todo incluido! Hasta existía un ente gubernamental denominado “Ministerio de Sueños Cumplidos y por Cumplir”, del cual me enteré con gran asombro que se le sindicaba de ser el autor material de las dieciocho guerras mundiales que habían azotado a los “brownianos”. ¡Wow! ¡Eso sí que me sonó sin sentido!
Existían pequeños locales que estaban regados por todos lados en el país, algo así como "Éxito Express" o "Carulla Express", pero que se llamaban “Sueños Express”. Por supuesto, al enterarme de esta oferta de “sueños a la carta”, no dudé en ingresar a aquél lugar, dentro del cual encontré dos filas, una de ellas mucho más larga que la otra. La fila más corta llegaba a una ventanilla que tenía un letrero que decía “Solicitudes”. Asombrosamente, la fila más larga contaba con un letrero que decía “Quejas y Reclamos” ¿Cómo? ¿A quién se le ocurre hacer un reclamo luego de ver sus sueños cumplidos? – pregunté en mi interior.
Me Extrañó ver que en la fila de solicitudes de sueños solo habían extranjeros como yo, mientras que los nativos miraban y se portaban indiferentes ante la posibilidad de ver cumplidos sus sueños. Sin embargo, seguí adelante, para pedir mis “sueños a la carta”, pues era mi gran oportunidad para no conformarme con “el plato del día” como en otras ocasiones. Estaba cansado de degustar el económico “corrientazo” de la realidad, de pura sopa de mute, mazamorra chiquita y fricase de pollo; y quería pedir mi buen “plato a la carta”. Ahora, podía pedir aquello que quería y, más importante aún, en el tiempo deseado, o sea “pa’ ya”, porque eso de esperar sin recibir lo pedido acá, en Brownie con helado, no existe.
De repente, llegó mi turno para pedir mi sueño. Recibí y diligencié muy rápido los formatos que me entregaron, pues no había ni tiempo que perder ni ninguna duda sobre lo deseado. Al leer, vi con gran asombro un par de cláusulas del contrato que decían con letras muy grandes “NO SE ACEPTAN DEVOLUCIONES” y “NO SE ACEPTAN RECLAMOS DE SUEÑOS ANTES DE TREINTA DÍAS”; y, como si fuera poco, estas mismas palabras me las repitió una y otra vez la browniana que me atendía. Sin embargo, proseguí en busca de mis sueños, porque ¿quién va a ser tan tonto de devolver su sueño cumplido, o de reclamar al respecto?
De todas maneras, me quedaron en la mente tan resaltadas advertencias, pues aquella letra no era como las cláusulas de los bancos, que se necesita de una lupa para leerlas, sino inmensas; ni eran anunciadas por la señorita de la ventanilla hablando rápido para que el cliente no entienda el lío en que se mete, como en los comerciales de radio y TV cuando dice que (por favor presione el acelerador a fondo para leer) “el exceso de alcohol es perjudicial para la salud. Prohíbese el expendio de bebidas embriagantes a menores de edad” (favor de desacelerar). Pero bueno, llené el formato mijo, ¡y a esperar!
Luego de pedir mi sueño, había un plazo de 24 horas para recibir lo solicitado y entrar a disfrutar de mi “nueva vida”, y quise aprovechar el tiempo haciendo algo. Con mi actitud amigable, como buen colombiano, tomé la iniciativa y le puse charla a algunos nativos que transitaban a las afueras de “Sueños Express”, y les pregunté “quihubo pues home mijos, ¿y qué tipo de reclamos y quejas se podrían presentar en un planeta donde tus sueños son órdenes?”, y lo que recibí como respuesta me impactó: “Daños a terceros, y en muchas ocasiones a “primeros”; es decir a los mismos solicitantes” !Auch!
Inquieto con aquella afirmación, me dispuse a dejar por un momento de lado mis sueños, y continué hablando con más brownianos, los cuales manifestaron un gran anhelo porque alguien dirigiera los sueños del planeta, alguien superior y que pudiera dirigir todo a un buen final sin dañar a los demás; ya que ellos no lo habían logrado, a pesar de poder decidir sobre su realidad y en el tiempo de su preferencia.
Mientras esperaba las 24 horas para recibir un sueño que ya no estaba tan seguro de querer recibir, ingresé de nuevo a “Sueños Express”, donde alguien que se encontraba de turno en la ventanilla de reclamaciones alegaba diciendo: “la mujer de mis sueños es en realidad una pesadilla”, luego de lo cual llegó alguien que decía “no debí casarme tan joven”, y seguidamente otro manifestaba “no debí irme a vivir a otro país”. Alguien que había pedido que el transporte urbano siempre estuviera vacío, ahora reclamaba que “se sentía muy solo al ir camino a casa” y otros reclamaban por no tener en qué movilizarse por causa de este sueño egoísta. En fin, ¡esta vaina era un caos con brownie y con helado!
Comencé a ver lo difícil del asunto, más cuando reflexioné sobre el hecho de que en la ventanilla de Quejas y Reclamos no se aceptaban devoluciones de sueños, sino que sólo aceptaban solicitudes de sueños adicionales para tratar de arreglar la situación; eso sí, los que venían a reclamar ya pensaban mucho antes de pedir un nuevo sueño, lo cual era muy contrario a la rapidez con la que habíamos pedido los que llegábamos por primera vez a este “festival de sueños”. Después de todo, me comenzaba a parecer que el mute, la mazamorra chiquita y el fricase no estaban tan mal; pero como que ya no había reversa para mi pedido a la carta… ¡Ayayay!
La fila de reclamos cada vez era más larga, y faltaban escasos y angustiosos minutos para recibir mi sueño; pero, de repente, escuché un sonido que por lo general detesto, pero que ese día amé, era mi despertador, al cual abracé con abrazo de secuestrado liberado, y le dije “Te amo, por favor nunca cambies”. Desperté dando gracias a Dios por estar en el planeta Tierra, a pesar de la sopa de mute y todo lo demás, y porque aquí mi vida está bajo la buena voluntad de mi Creador, quien es el único que puede dar en verdad un buen final a cada cosa y a cada persona. Abrazando mi despertador, entonces comprendí la importancia de la que, a mi criterio, es una de las frases más sabias que podemos declarar al orar: “hágase tu voluntad”.
Sin duda que es bueno soñar, pero es mejor permitir que Dios dé forma y dirección a nuestros sueños. Brownie con Helado estuvo interesante en un comienzo, pero yo prefiero vivir en la Tierra bajo las promesas de Dios:
Romanos 8: 28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”
Romanos 12: 2 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
Jeremías 29: 11 “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”
¡Hasta la próxima!
Referencia Bíblica:
Las citas bíblicas (RVR 1960) son de la versión Reina-Valera © 1960.
Fuente fotos:
Brownie con Helado: http://lacocinadebender.com/wp-content/uploads/2011/09/brownie-caliente-helado-vainilla.jpg
Profesor Súper O: http://www.elclavo.com/wp-content/uploads/2011/02/Charles-Ocoro-Profesor-super-O.jpg
Que buena reflexión, yo aprendí que es mejor hacer la voluntad de Dios, aunque no siempre sea lo que deseamos desde el principio, pero soy una firme convencida que al hacer la voluntad de Dios esta se transforma en lo más dulce y delicioso que nos puede ocurrir como ser humanos, ademàs de Agradar a nuestro Creador siempre será la mejor opción que se nos presente en nuestro camino y que siempre nos llevará a estar mejor; asi se tenga que pasar por valles de sombra de muerte Nuestro Dios siempre estará transformando esos valles en caminos seguros si vamos de su mano. Buena esa!!!
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado Alejita! Así es, mejor la voluntad de Dios!!! Bendiciones!!!
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