(Les dejo este guion que estuvimos
trabajando con el departamento de Escuela Dominical de la iglesia local a la
cual asisto. Una versión adaptada acerca de la historia de Caín y Abel, con un
poco de humor. Espero les resulte útil.)
Os
contaré la historia del inquieto Caín; con tilde en la "i", tenlo
presente; pues para nada se trata de las papas fritas McCain, sino del hermano
mayor de aquel buen Abel.
Abel,
de ovejas pastor; y Caín, de la tierra labrador; dice la historia que el mayor
al menor en la mula le dio.
—Acá
te traigo una ofrenda, Dios —muy orgulloso, Caín expresó—; son frutos de la
tierra; los he labrado y cosechado yo.
—Yo
te traigo de mis rebaños y de mi fe lo mejor
—muy cerca de allí, aquel buen Abel también a Dios declaró.
"¡Pichicato, envidioso y copión!", a la distancia, lleno de celos y enojo,
acerca de su hermano Caín pensó.
Y,
aunque sin duda los dos algo ofrecieron a Dios, más gusto en el Creador la
ofrenda de Abel despertó; pues éste, contrario a su hermano mayor, según es
debido ofrendó, con mucha fe y con mucho amor.
—¿Por
qué estás triste y enojado, Caín? —preguntó el Creador—. Si hicieras lo bueno,
tendrías mi agrado y atención; pero obras mal, y el pecado ruge como un león a
tu alrededor. Ahora, pues, no le vayas a entregar a éste el control.
Sin
embargo, y a pesar del consejo del Creador, con
cara de pocos amigos y con la trompa estirada, Caín se quedó.
Y
aquel llamado de Dios, no sería para nada en aquella historia el fin; pues
aquel chico malvado, en verdad resultaría ser "más
malo que Caín".
—Vamos
a dar un vueltón, pichica... Eh, perdón,
Abelcito; hermanito de mi corazón, mi brother,
mi pana —Caín a Abel invitó—. Todo lo que pidas irá por mi cuenta; pide,
hermano, que aquí el que paga soy yo —de manera muy sospechosa, por cierto,
aquel "tacañón" añadió.
Durante
todo el camino en aquel sospechoso "vueltón",
las espaldas de Abel siempre Caín procuró; y hasta dicen algunos que varios
intentos por quitarle la vida pensó.
Empujarle
quiso a un abismo, así como golpearle la cabeza con una piedra en un "descuidón"; sin embargo, siempre, en
momento oportuno, Abel a su hermano miró; y, como el malvado escondía sus manos
tras sí, nunca al descubierto Caín quedó.
Muchas
veces Abel se libró; no obstante, como suele suceder
cuando andas mucho con quien no debes andar, ¡tas! En un intento, en
contra de Abel, por fin Caín pudo acertar.
Con
un OVNI (Objeto volador no identificado), en la mula, Caín a Abel un golpe le dio; un golpe tan
duro que, al buen Abel, Caín la vida quitó.
—¿Dónde
está tu hermano Abel? —a Caín Dios preguntó—. No tardes en responder, pues tu
respuesta quiero saber yo.
—¿Hermano...?
¿Cuál hermano...? A ver, a ver... déjame ver... —haciéndose
el loco, aunque un poco asustado, Caín respondió—. Ah ya, Abel; tal vez
se ha ido de viaje, o duerme como un león. Llámalo a su celular,
pues no soy su escolta; ¿por qué su paradero
debería saber yo?
—¿Por
qué lo has matado? —Dios preguntó— ¡Desde la tierra, su sangre pide por un
vengador! Por malvado y perverso, muy mal en la tierra en adelante te irá,
porque ella no te volverá a dar sus frutos; y errante y extranjero sobre ella
siempre serás.
—¡Oh,
grande es mi culpa! Ahora sí la embarré. De
seguro, quien me encuentre en el camino va a lincharme,
así como yo linché a Abel.
—No
te matarán —Dios respondió—; sino que será castigado aquel que mate a Caín,
aunque éste a Abel la muerte le dio.
Y
este es el fin de la historia de Caín y su hermano menor; acerca de la cual en
conclusión puedo deciros que, como siempre al final, la
victoria el bien la obtendrá; porque Abel no sólo pasó a ser un gran
héroe por su fe; sino que un día, al igual que todos aquellos que para agradar
al Creador hacen bien, estará en el cielo por siempre, juntamente con Él.
¡Hasta la próxima, y que Dios los
bendiga!
Fuentes:
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