martes, 18 de diciembre de 2012

El abogado del diablo


Siempre he pensado que soy un derrotado, pero hoy lo pienso más que nunca, y creo que Dios ya no está conmigo. Soy un fracaso como persona, como cristiano y como abogado ―decía Bobbie para sus adentros, luego de ser despedido de su trabajo; cuando, de repente, apareció él...

Hola Bobbie, he venido para ayudarte ―dijo aquel ser que entonces se presentaba con apariencia angelical, con el cual entonces se desarrolló el diálogo que presento a continuación:


Bobbie: ¿Quién eres? Te me haces conocido… Eres… ¡Sí! ¡ya sé quién eres! Tú eres Sat…

Satanás: ¡Silencio, silencio! Seee (entiéndase “sí” en la era moderna), soy yo, el mismo… Pero no digas mi nombre tan duro. He venido para ayudarte, pequeñuelo. Por favor, llámame “Sati”, de cariño; porque el nombre “Satanás” lo han satanizado demasiado; además, por aquí anda mucho bochinchoso y metido, y he venido a darte el privilegio de tener mi amistad… sólo a ti.

Bobbie: ¿Has venido para ayudarme? La verdad, de ti se hablan muchas cosas malas, y dicen que haces muchas diabluras… ¿Me ayudarás de verdad, Sati…?

Sati (Antes Satanás): Seee, claro que sí. Es más, he venido para ser tu nuevo mejor amiguis.

Bobbie: Me habían dicho que eras feo, Sati, pero ahora más bien te me empiezas a parecer a Cupido… Pareces buena persona o, mejor dicho, “buen diablo”

Sati: ¡Por fin alguien me valora! Creo que tú y yo nos vamos a entender muy bien, imbécil... ehm, perdón, quiero decir “Bobbie”… Jeje… En adelante serás mi abogado favorito. Serás “el abogado del diablo”.

Bobbie: ¡Ay, mamita! Sati…  eso sonó muy miedoso.

Sati: Jeje, bueno, dejémoslo en “amiguis” por ahora, ¿te parece?

Bobbie: Dicen que eres malo, culpable de lo malo que sucede en el mundo, chismoso, feo y, lo peor de todo, que eres hincha del América de Cali… ¿Qué tienes para decir de tan graves acusaciones?

Sati: Son unos mentirosos, y me hacen mala atmósfera, Bobbie. Tienes que aprender a escucharme sólo a mí con esas orejotas de burro que tienes. Lo del América lo tengo en un proceso legal, los tengo demandados: Me tomaron sin permiso la foto de mi perfil de Facebook, y la pusieron en la camiseta de aquel equipucho. 


Ya verás que eso lo arreglamos pronto, Bobbie. Por eso quiero que seas mi abogado, el abogado más exitoso, el abogado del diab…

Bobbie: ¡No! ¡No lo digas, Sati! Por favor… por ahora llámame sólo “amiguis”… jeje… ¿recuerdas?

Sati: Ok, Bobbie, pero heriste mis sentimientos… Quiero llorar… Pásame tu pañuelo y tenme el tenedor

Bobbie: No, Sati, no es para tanto... Es que, ya ves, que me resulta difícil entrar en confianza con alguien de quien hablan tan mal… ¿Me perdonas, amiguis?

Sati: Ok, con tal de destruirte soportaré todo esto, bobo―dijo Sati en voz baja.

Bobbie: ¡Qué dijiste, Sati!

Sati: No, nada. Que “con tal de ‘servirte’ soportaré todo esto Bobbie”… Jeje…

Bobbie: ¡Ah! ¡Había entendido algo terrible! Qué alivio… Gracias por preocuparte por mí… Ahora sí estoy sintiendo que tú eres mi mejor amiguis… Nunca cambies, Sati…

Sati: Ahora, es verdad, me han tildado de chismoso muchas veces. Seee, eso es verdad, pero es que dar información no es que sea pecado, como alguien dijo por ahí. Además, yo siempre lo hago de buena fe, ¿ves? Me han hecho mala atmósfera, me han hecho mala fama… Dame un abacho, amiguis, quiero llorar… Abacho, abacho (entiéndase como un abrazo meloso o empalagoso, al estilo Teletubbies)…

Bobbie: Tranquilo, Sati, tranquilo… Cuentas conmigo, todo va a estar bien…

Oye, ¿qué fue lo que pasó en génesis con Adán y Eva, y con aquella culebra?

Sati: No pongas cuidado a esa historia. Siempre he querido el bien de la humanidad, Bobbie; siempre he querido llevarlos a la discoteca que hay en el infierno, pero ustedes no me valoran… Quiero llorar otra vez… Abrázame, Bobbie... Voy a llorar… Abacho, abacho

Bobbie: Tranquilo, Sati, tranquilo…

Oye, ¿en serio en el infierno hay discotecas y muchas mujeres lindas?

Sati: Seee, claro que sí. Es por eso que quiero que todos mis amiguitos vayan conmigo a una piñatica que les estoy preparando. En especial, quiero llevar a mis mejores amiguis, como tú.

Bobbie: Oye, eres buen diablo, en verdad. Y, ya que has venido a ayudarme, quiero que me respondas una duda muy importante que tengo ahora mismo… ¿sí?

Sati: Dale, parce, dale.

Bobbie: Ok. Me parece que soy un fracaso, Sati; siento que del mundo soy la peor persona, el peor cristiano y el peor profesional... ¿Qué piensas tú de eso, amiguis?

Sati: Bueno, Bobbie, como eres mi nuevo mejor amiguis, te diré la verdad: “Seee, así es; eres el peor y hasta más.

Los amigos somos sinceros, pero no le digas a nadie que te lo dije. Luego me condenan por ser sincero y ‘buen amigo’”.

Bobbie: Sati, ¿tú crees que Dios me ama?

Sati: Bueno, Bobbie… la verdad… te dolerá… pero… no te quiere.

Él anda demasiado ocupado, Bobbie, respondiendo las oraciones de gente de más rango que tú, como los pastores. Eres demasiado poco para Él, en cambio yo sí he sacado mi tiempo para ti (por lo menos para destruirte con todo mi amor… Jajaja). No digas que yo te lo dije, pues luego me tratan de “chismoso” por andar de sapo.

Ahora que te he enseñado la verdad, Bobbie, debo irme para seguir con mi campaña evangelística bajo el lema “yo quiero tener un millón  de amiguis”. Mis discotecas y bellas chicas esperan por muchos más brutos como tú… ehm, perdón… jiji… digo, “inteligentes como tú, querido Bobbie”.

¡Hasta la vista, Bobbie! I’ll be back…

Bobbie: Chao, amiguis… Espero que vuelvas pronto para darme tus valiosos consejosAbacho


¡Ay, este Bobbie es un Burro! ¡Este Bobbie si es un re bobi! Definitivamente, y lo peor de todo es que muchos de nosotros a veces hacemos lo mismo que él: Retirar el oído de la voz de Dios, para poner atención al diablo, a sus mentiras y a sus acusaciones.

Y, claro, muchos no escucharíamos al diablo sabiendo que es él, como hizo Bobbie; pero, eventualmente, sí lo escuchamos por medio de muchas otras voces, incluso a veces por medio de la voz nuestra.

A veces Sati puede darnos su mensaje mal intencionado hasta por medio de alguien considerado una autoridad de parte de Dios, para decirnos lo que no debemos creer… ¿Cómo?

Sé que suena fuerte, pero ¿acaso esto no fue lo que sucedió a Jesús con Pedro cuando le dijo “apártate de mí, Satanás”? (Mateo 16.23).

Me parece increíble que Pedro haya sido llamado “Satanás” de parte de Jesús; y, si no hubiera sido el mismo Jesús quien lo dijo, de seguro el que tal hubiera hecho habría sido reprendido por algunos discípulos, y por el mismo Pedro.

El mensaje de Pedro era bueno. ¿Qué hay de malo en querer evitar la muerte de una persona justa? A simple vista, nada; a no ser que aquella muerte esté dentro del plan de Dios para darle vida a toda la humanidad (Efesios 2.1).

Y es que, no toda palabra que sale de la boca de alguien que se llama de Dios, necesariamente es una palabra de Dios para ti. Incluso, una verdad aplicada a la persona y a la situación equivocada puede llegar a ser hasta una mentira, como sucedió a Job con sus amigos, quienes llegaron a condenarle con palabras que bien podrían ser ciertas, pero que estaban usando para condenar a la persona equivocada; pues, ese no era el mensaje de Dios para Job, quien se había mantenido en fidelidad a pesar de sus pruebas.

Es demasiado importante que tengamos intimidad con Dios orando y oyendo su Palabra, pues esta intimidad nos permitirá creer y seguir sólo palabras que verdaderamente vienen de Él. El Señor Jesús lo declaró en Juan 10.27: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”.

Sé que a veces las cosas no salen bien, y vienen voces (algunas de adentro y otras, de afuera) para decir que no hemos sido creados para triunfar, que somos un fracaso. No resulta tan difícil saber que todos hemos escuchado estas cosas, y en algunos casos incluso de parte de personas que amamos; no es difícil de saber, porque a Sati como que le gusta aplicarnos la misma dosis de desánimo a todos. Sin embargo, hoy más que nunca, cree lo que Dios te ha dicho, porque si lo crees y lo esperas vas a ver la gloria de Dios en tu vida, más temprano que tarde, de hecho en el momento perfecto.

El diablo y sus mensajeros han dicho que no sirves para mucho, pero por favor  lee algo de lo que Dios en su mensaje dice acerca de ti:

 “Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra” Éxodo19.5.

“Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo” Isaías 41.13.

Es tiempo de creerle a Dios; o, acaso, ¿crees, como Bobbie, que el diablo es tu mejor amiguis?

¡Ahora no me vayas a salir con que “seee”! ¡No seas tan Bobbie!

“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas” Juan 10.10-11.

¡Bendiciones!


Referencia Bíblica:
Las citas bíblicas (RVR 1960) son de la versión Reina-Valera © 1960. Modificadas en algunos apartes.
Fuente Imágenes:
Sati’s Facebook: Equipo Juan Diego Llanos.
Adán, Eva y culebra: http://elgenionazoa.blogspot.com/

2 comentarios:

  1. Felicitaciones Hermano Juan Diego :D lo que haces es excelente y Dios te recompensara en gran manera :D

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  2. Excelente perspectiva de lo que el mal hace en las personas, y muy a lo moderno. El personaje de Bobbi es realmente lo que se ve en la juventud actual. Bendiciones varón y que JESUCRISTO que te hace poderlo todo te continúe usando así.

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