jueves, 31 de mayo de 2012

El Corresponsal, con Falcao


- ¡Tenemos noticia de última hora! ¡Avance informativo! ¡Atención, nuestro corresponsal deportivo en Dotán se encuentra registrando a esta hora una noticia en desarrollo, vía satélite! ¡Adelante!


- Así es, Riiiicardo, Jorge; esto es inaudito, increíble, incomprensible. Nos encontramos en la ciudad de Dotán, cerca de Samaria, próxima sede del mundial de futbol, y estamos con uno de los protagonistas de un peligroso evento deportivo; algo que por poco pudo ser el linchamiento de dos de nuestros más grandes deportistas a nivel nacional e internacional. Por solicitud de nuestro entrevistado nos abstendremos de revelar su identidad, y lo llamaremos Falcao. Adelante Falcao, cuéntenos su testimonio:

- <<Bueno, un saludo para ti y para toda la afición. Pienso de que por ahí, pues, seguimos las instrucciones del profe, marcación uno a uno, y pues, en un contragolpe encontramos el gol que tanto necesitábamos para pasar a la siguiente ronda y mantenernos con vida (Literal) en esta competición. A continuación, contaré pues los detalles de esta faena extradeportiva, en un campo de juego un poco diferente al habitual, en la cual estuvimos a punto de ser eliminados (Literal…):

Yo me encontraba temeroso y asombrado. Temeroso, por causa del equipo enemigo que nos rodeaba y nos hacía ver sin escapatoria; parecía que la derrota era segura, y que ni siquiera podríamos llegar al repechaje, ni con mis goles a bordo; no había chance ni siquiera de un contragolpe. En pie de lucha continuaba yo, asombrado de formar parte de un equipo en vía de extinción, que parecía descender, no a la B, sino muchos metros bajo tierra; y también muy asombrado por ver la tranquilidad de nuestro director técnico, alias “el profe”, quien parecía como si estuviera jugando cualquier partido de barrio, en el mangón de la esquina.

La verdad es que esto era mucho más que un partido de los cuales estamos acostumbrados a disputar. Estaba en juego, no un campeonato, no la copa Libertadores, sino la vida de mi director técnico, y no sólo la suya… ¡Sino la mía también!… Al profe lo estaban buscando para apresarlo, acusándolo de ser un comunicador social o, en un lenguaje menos técnico, un renacuajo, sapo o soplón.

Nos rodeó un equipo que carecía de guayos y de peinados con la cresta o la chuler. No estaban las glorias del balompié de nuestros rivales históricos, ni las antiguas ni las nuevas, no vi a Zidane, no estaba Maradona, tampoco vi entre ellos a Messi, ni tampoco a Neymar. ¡Era un temible ejército! Yo les dije: “Aja, no necesitaban venir con semejante cantidad de caballos, carros y ejército, pa recogernos. Nosotros nos entregamos, peace and love, don’t worry be happy”, y entonces me fui para donde el profe, y le dije: “!Aja, señor mío! ¿Qué haremos?”.

Él me dijo: “No tengas miedo, home, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos”.

Dije para mis adentros: “Andaaa, ¿te podrías fijar en que somos un par de peludos (Bueno, un peludo y un pelado), contra todo un ejército mi querido DT?”; mientras que decía por fuera al profe: “Listo profe, pa las que sea, lo que tú digas, somos más si lo miramos desde el mismo punto de vista desde el cual se afirma que ‘perder es ganar’ ”Ay, hombe ¡qué teorías tan oportunas cuando perder significa perder la vida! – Me dije.

Pero, entonces, de repente, el profe dijo estas palabras, que nunca olvidaré: “Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea”… Y, entonces… ¡Pude Ver!… he aquí que “el campo de juego” donde nos encontrábamos estaba lleno de gente a caballo, y de carros de fuego alrededor del profe y a favor de nosotros, y teníamos una defensa mejor que la del Real Madrid y la del Barcelona juntas… Y lo demás es historia; salimos victoriosos, mi profe, alias Eliseo, y yo, librados de lo que parecía un linchamiento seguro; y de aquella experiencia que nunca olvidaré, una gran reflexión quedó para mi vida:

No podemos olvidar que estamos en medio de una guerra espiritual, sea cual sea el campo en el cual nos movemos a diario. No debemos andar tan campantes en medio de la lucha que, aunque de manera invisible, se libra en el mundo entero. No podemos permitirnos ignorar voluntariamente que nos movemos en medio de un ambiente espiritual, con ejércitos que se encuentran en contra nuestra, pero con un ejército mucho mayor, más poderoso, a nuestro favor: el ejército del Dios vivo.

Las cosas materiales que percibimos a diario son más espirituales de lo que parece. Esa persona que no ama a Dios y que nos pretende sentimentalmente, muchos de los pensamientos malos que nos llegan al corazón o ese problema de salud que tenemos, pueden llegar a ser considerados por nosotros como cosas netamente naturales, pero tienen un trasfondo espiritual que eventualmente ignoramos, y es por eso que no obtenemos ciertas victorias que anhelamos.

Nuestro adversario quiere que lo ignoremos, porque un enemigo que se ignora no se puede vencer con facilidad. A veces, a satanás, le ponemos nombres que no tiene, porque él es especialista en camuflarse; nombres como estrés, depresión, mareo, cáncer, e incluso le llamamos nuestra mente cuando escuchamos esa voz que susurra y nos dice que "somos perdedores", que "somos caso perdido", que "Dios no nos ama". Y es que, en verdad nos quedaríamos asombrados al escuchar hablar a muchos sobre la manera en que el enemigo de nuestras almas se ha manifestado en sus vidas, por medio de cosas que siempre parecieron “tan naturales”.

A veces volvemos tan refinada nuestra fe, que ya está “out” hablar del enemigo de nuestra alma; y, aunque no se trata de darle más importancia de la que tiene, ni de que sea el centro de nuestras conversaciones, sí debemos tener claro que existe, y que no podemos desconocerlo, mas debemos vencerlo con las armas espirituales que Dios nos entregó. Nos hemos vuelto demasiado refinados, y ya pasó de moda hablar de un nombre tan desagradable como “satanás”, pero eso no quiere decir que él no exista.

Ahora, esto no se trata de ver espíritus doquiera que vamos, o hacer cosas sin sentido como reprender el despertador cuando llega la hora de madrugar, diciéndole “te reprendo espíritu de madrugadera”; no se trata de pensar que existen espíritus malos en todo, sino de que dejemos de ignorar y más bien conozcamos y reprendamos las formas que tiene satanás para atacarnos, haciendo uso de la única armadura diseñada para pelear batallas espirituales: La que Dios nos regaló en Efesios 6.11-20:



“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”.

Hay batallas que sólo enfrentaremos y victorias que sólo obtendremos al recordar que tenemos un enemigo espiritual, y que por encima de él se encuentra el Espíritu Santo de Dios con sus ejércitos celestiales a nuestro favor, a quienes tampoco podemos ver.

Cuando ignoramos que estamos en medio de una guerra espiritual, comenzamos a perderla… Abramos muy bien los ojos… “Para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones” 2 Corintios 2.11>>.

- Qué belleza, Riiiicardo, Jorge; estos son los acontecimientos desde el campo de Dotán con Falcao, donde efectivamente se dio una victoria al estilo David y Goliat. Hoy desde 2 Reyes capítulo 6, después desde cualquier lugar del mundo (Y de la historia). ¡Sigan ustedes en estudio, Riiiicardo y Jorge!



¡Hasta la próxima!


Referencia Bíblica:
Las citas bíblicas (RVR 1960) son de la versión Reina-Valera © 1960. Modificadas en algunos apartes.
Fuente Imágenes:
Armadura de la Fe: http://taniarubimespanol.blogspot.com/2012/02/la-armadura-de-dios.html
Ricardo, Jorge y Corresponsal: http://wn.com/Jorge_Ricardo


3 comentarios:

  1. DIos te bendiga y te guarde JuanDI, palabras de sabiduría has hablado... gacias por dejarte usar por DIos de esta manera tan hermosa... Sos una bendición.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti, por tus palabras tan valiosas para mí... Dios te bendiga mucho!!!

      Eliminar