Casi
siempre que se habla de la historia de Jesús y el joven rico (Marcos 10.17-31),
se resalta el versículo 21: “Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una
cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás
tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz”; con lo cual, muchos de
los lectores creen que el plan de Dios para nuestra vida es la pobreza.
Sin
embargo, quienes continúan leyendo esta historia bíblica se pueden dar cuenta
que no es así y que, si aquel joven rico obedecía a Jesús, iba a obtener mucho
más que lo que se le pedía que dejara; y esto no se refiere sólo a la vida
eterna (que de por sí ya es demasiada recompensa).
Cuando
el gran apóstol Pedro (que estaba presente en la escena y vio como aquel joven
rico había decidido no renunciar a sus riquezas para seguir a Jesús) escuchó la
respuesta de Jesús al joven rico, inmediatamente manifestó que él y los demás
discípulos ya lo habían dejado todo por seguirle, como vemos en Marcos 10.28:
“Entonces
Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos
seguido”.
Y
es entonces, después de la declaración del apóstol, cuando encontramos la
recompensa que Dios tenía para el joven rico, si éste hubiera decidido obedecer
lo que se le pedía, en Marcos 10.29-30:
“Respondió
Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o
hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa
de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas,
hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo
venidero la vida eterna”.
Jesús
le pidió al joven rico que dejara de lado su dinero, no porque el dinero sea
malo, sino porque es malo que el dinero esté por encima de Jesucristo en
nuestros corazones; y este era el caso del joven rico.
De
haber obedecido, aquel joven hubiera recibido la vida eterna y, como si esto
fuera poco, hubiera recibido en este mundo cien veces más de lo que dejara
materialmente hablando.
Por
eso, cuando Dios nos pide que dejemos algo, podemos obedecer con confianza; sin
duda se trata de que nos tiene algo mejor.
¡Bendiciones!"
Referencia
bíblica:
Las citas bíblicas (RVR 1960) son de la
versión Reina-Valera © 1960. Modificadas en algunos apartes.
Fuente
Imágenes:
Jesús y el joven rico: http://esplaielnen.org/index.php/hoy/baul/mateo-15-21/mateo-1916-22
muchas beses pensamos queo el dinero es mucho para lo que vivimos en cristo asii ess
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