Es
curioso que Jesús nos invite a preocuparnos en el momento en que todos los
hombres hablen bien de nosotros; cuando, en realidad, una
de las cosas que más nos preocupan es quedar bien con los demás, y hasta
lo consideramos una causa justa.
«¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres
hablen bien de vosotros! porque así hacían sus padres con los falsos profetas», dijo Jesús (Lucas 6.26 RVR1960).